viernes, 29 de agosto de 2008

Ruta II: Punta Mujeres-Órzola

LONGITUD: 15 km
DURACIÓN: 6 horas
aprox.
DIFICULTAD: alta

DESCRIPCIÓN:

El sendero está localizado en la zona norte de la isla, en el llamado Malpaís de La Corona, incluido dentro de la Red de Espacios Protegidos de la isla como Monumento Natural.

La ruta recorre todo el malpaís por la franja costera, durante aproximadamente 15 km, desde su parte más meridional, en el entorno del pueblo de Punta Mujeres, hasta el pueblo de Órzola.

Se trata de una vereda, en algunas zonas poco marcada, que discurre paralela a la costa, por rocas de lava y pequeñas playas, utilizada por pescadores y mariscadores para acceder a esta agreste costa.
Es precisamente por el tipo de firme por el que se transita, por lo que el camino se puede considerar de alta dificultad, debiendo extremar la precaución al caminar para evitar tropiezos o torceduras.

A lo largo del recorrido se atraviesan varias zonas de jable, que en algunos puntos se acumula en pequeñas playas o caletas. El color blanco brillante de estas arenas organógenas, en contraste con la oscuridad de las lavas, y el azul del mar, proporcionan a estas áreas, de singular belleza, un enorme valor paisajístico.
Una de estas zonas, la más próxima a Órzola, es conocida como “ Caletón Blanco”. De fácil acceso desde la carretera, y con grandes charcos cuyas aguas quedan remansadas por arcos de rocas, que forman las bajas, proporcionan una excepcional área para el baño, por lo que es lugar habitual para el uso y disfrute de la población norteña.


VALORES GEOLÓCIOS Y ECOLÓGICOS

El Malpaís de la Corona, de unos 18 km cuadrados, tiene su origen en las coladas que procedentes del Volcán de la Corona hace entre unos 5.000 y 10.000 años (para algunos autores hasta 50.000), discurrieron hasta las costa en forma de abanico, remodelando toda la franja litoral.

El término local malpaís, designa un tipo de lavas viscosas que se mueven lentamente, y que cuando solidifican forman un tipo de superficies ásperas y rugosas, prácticamente intransitables. Son las denominadas científicamente con lavas “aa”.

Esta coladas generaron además, un enorme tubo volcánico, de unos 7,5 km de longitud, que continúa por debajo del nivel del mar a la altura de “Jameos del Agua”. Este valor geológico fue uno de los principales motivos, por los que este espacio fue declarado Monumento Natural.

Al llegar al mar, las coladas formaron una costa rocosa, baja, e irregular. En algunos puntos aparecen playas, en general, de callaos de distintos tamaños, aunque lo que más llama la atención, son las playas de arenas blancas (localmente denominado “jable”).
Estás arenas se originan por restos más o menos desmenuzados de unas algas rojas calcáreas llamadas “confites”, que forman costras que tapizan algunos fondos marinos. Todos estos fragmentos, que en ocasiones aparecen como bolitas blancas, junto con restos orgánicos de moluscos y algunos crustáceos, son arrastrados por las corrientes y depositados en la orilla en algunas zonas, según la dinámica de las mismas.


En cuanto a los valores biológicos, desde el punto de vista de la vegetación, éste malpaís alberga uno de los tabaibales de tabaiba dulce (euphorbia balsamiferum) con sus especies acompañantes, mejor conservados de todo Canarias.
En algunos puntos, donde el sustrato lo permite, pueden observarse también las especies típicas del hábitat halófilo costero, con matos, salados, uvilla de mar, etc.

En el entorno del Caletón Blanco, se puede apreciar un importante saladar. Es un área frecuentemente inundado por filtración del agua de mar, cuyas especies pueden soportar alta salinidad, entre las que cabe resaltar el “mato moro” (suaeda vera).


El recorrido, permite disfrutar de uno de los ecosistemas más representativos de la isla, el hábitat litoral, tan amenazado, transformado y deteriorado en su mayor parte. En esta zona, todavía se pueden distinguir con claridad las distintas franjas que forman este ecosistema, siendo la más importante la franja intermareal.

Los numerosos charcos que quedan en marea vacía, se convierten en pequeños reductos repletos de vida. Todavía es habitual encontrarse en ellos numerosas algas, cabosos, camarones, cangrejos, erizos, lapas, burgaos, aguavivas, estrellas de mar, pepinos de mar, babosas de mar, pulpos etc.
Estas especies que en otro tiempo fueron muy abundantes en toda la isla, siendo aprovechadas por la población local desde la época aborigen, como lo atestiguan los numerosos concheros que se encuentran en el camino, ahora, cada vez son más escasas. Algunas incluso se han visto sometidas a una importante campaña de protección, para evitar su extinción.


Cabe destacar la importancia de las aves del litoral. Dejando a un lado, las omnipresentes gaviotas, son frecuentes las aves limícolas, tales como zarapitos, chorlitejos, vuelvepiedras, correlimos, garcetas, etc… que principalmente en época de migración, recaban en estas costas, y que se alimentan de los pequeños crustáceos y moluscos, tan abundantes en toda esta franja litoral.


Esta zona, puede ser considerada por tanto, de alto valor ecológico, sin olvidar la importancia de Jameos del Agua, donde habita una especie, hasta el momento, endémica de Lanzarote, el cangrejito blanco y ciego, y que es el responsable de que Jameos del Agua, forme parte de la Red de Espacios Protegidos de la isla, con la categoría de “Sitio de interés Científico”.

1 comentario:

Josefa dijo...

Hola Africa te quedo muy buena la descripción de la caminata. Gracias por tu dedicación.