martes, 12 de abril de 2011

COMUNICADO EDUCANEPAL


Hola a todos,

Desde que llegué al Nepal, hace ya cerca de once años, empecé a preguntarme “qué es la pobreza?”. Ante mi tenía un mundo “menos desarrollado”, pero parecía que la gente vivía con menos tensiones, mas relajada. Con el tiempo me di cuenta que la carencia de expectativas y una aceptación mayor de la vida tal y como es, parecían tener algo que ver con el sosiego que veía a mi alrededor.
También comencé a preguntarme por qué las ONGs de desarrollo sólo se conciernen con el desarrollo económico, de recursos e infraestructura. Parecía que el desarrollo sólo se medía en rentas per cápita, recursos, nivel de educación, índices de mortalidad y muertes en catástrofes naturales. Yo, personalmente, llegué a la conclusión de que sería mejor establecer el “grado de felicidad de la gente” como criterio para establecer políticas de desarrollo….y para darnos la oportunidad, en occidente, de poder desarrollarnos también nosotros, que bien necesitada esta nuestra sociedad de sosiego, paz interior y felicidad autentica (no la consumible, fruto del ocio o unos minutos de sexo o copas).
Así que decidí perseverar en “descubrir más de la vida” a través de observarme y ver como funcionaba mi mente, como sentía, como reaccionaba a los hechos, al alabo, a la crítica. Mientras más me conocía, más descubría un ser nuevo cuya felicidad residía en el grado de sosiego y tranquilidad que había en mi. Si dejaba que mis juicios, gustos, expectativas y miedos dominaran mi vida…..estaba generalmente insatisfecho con la vida. Sólo si apagaba “mi mente” y la dejaba funcionar sólo para las cosas prácticas de la vida…surgía en mi una tranquilidad y alegría como nunca había sentido. Fueron desapareciendo juicios sobre otros, miedo a expresar lo que sentía, expectativas innecesarias, comparaciones…..y habían más momentos de paz, de simplemente ser y fluir con los acontecimientos como el agua fluye por los manantiales, sin mirar atrás, resolviendo obstáculos al instante…viviendo el presente…la única realidad de mi vida.
Cuando fundé Educanepal, no me olvidé de todo esto. Decidí que sólo tocaríamos a aquellos que eran infelices por ser abusados, explotados, denigrados. De ahí que nuestros proyectos se centraran en prevenir el tráfico y explotación laboral de niños. No quería tocar el Nepal rural donde tanto había aprendido de la vida: vivir de la tierra, sentirla en los pies desnudos, apreciar el agua, ser feliz con un plato de comida y poder compartir vivencias con tu familia durante la cena. Es duro vivir de la tierra, pero la mente esta más en calma…y con poco se es feliz (en occidente cuantos son felices teniendo casa, coche, vacaciones y una vida de lujo?).
En fin, que decidí que valía la pena centrarnos en acabar con las injusticias que veía a mi alrededor sin tocar, o tocando lo mínimo, el modelo de vida rural. Pero también decidí que aprovecharía mis visitas a España y cualquier oportunidad de compartir, para expresar lo que sentía o iba viendo en mi vida. De ahí surgieron talleres sobre “qué nos hace felices?” para alumnos, adultos… y no tener miedo para hablar de algo que muchos preferían ignorar. Afortunadamente, siempre ha habido gente que se mira, se sincera e incluso ha agradecido mi osadía, sin verme como un predicador, sino como uno más que quiere ser feliz y le gusta compartir o crear el foro para compartir.
Nunca pensé que podría hacer algo similar en Nepal y me ha sorprendido como en las últimas semanas, esas ganas de compartir y descubrir “qué nos feliz”, me llevaron a realizar un taller para nuestro personal local. Compartimos seis días inolvidables que nos han servido para conocernos un poco mejor, para ser algo más felices y para yo poder explicar también mi motivación para crear Educanepal. Junté al personal de campo (Rames, Kumar, Bim y Prenam) con el de la residencia (Sriyana, Tara y Manu), y al final de los seis días tenía la sensación de que , por fin, empezaban a entenderme y a valorar mucho más su labor…y , sobre todo, cómo la hacemos. Tuve la sensación de sentirme parte de una familia, algo que sólo me pasaba en compañía de los voluntarios en Canarias que hacen posible que yo esté aquí.
La alegría era compartida, y surgió la idea de levar este taller a todas la mujeres de las cooperativas, alumnos de secundaria, personal de ONGs, etc. Todos coincidían en que darnos cuenta de “qué nos hace felices”, podría ser una herramienta super útil para acabar con la corrupción, la dejadez, la falta de empatía, los abusos, la esclavitud, el tráfico de niños, etc…..Volví a soñar con el mundo feliz con el que sueño desde que era un niño…y aún sabiendo que solo se pueden plantar semillitas…surgieron en mi renovadas ganas de seguir labrando...y plantando.
Ayer comenzamos un taller para mujeres en una aldea. Fui con todo el personal de campo para que tuvieran otra experiencia solo observando la dinámica….y así…coger confianza…pues quieren ser ellos quienes faciliten los próximos talleres. Para llegar a la aldea tuvimos que cruzar un río y caminar por campos de arroz y millo en medio de un sol que achicharraba….pero caminábamos con ilusión, alegría…..y alguna broma que otra. Vivimos un momento ilusionante….y simplemente quería compartirlo.

Besos y abrazos desde Nepal…!!
http://www.educanepal.org/

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